jueves, 25 de marzo de 2010

El gigante que perdía la cabeza pero encontraba las manos

Una historia para Durazna

Era el gigante que perdía la cabeza.

Cuanto trabajo le costaba mantenerla allí, en lo alto de su altura; evitar que rodara hacia la tierra irresistible, sucia y tibia.

Nada podía hacer este gigante de madera. Su pena era cotidiana; cada vez más a menudo debia desarmar el cuerpo en busca de la cabeza que a veces rodaba lejos y tardaba días en encontrarla, otros tantos en poner en su sitio y otros mas en superar las dificultades para armarse el cuerpo, ponerlo de pie y así alcanzar las alturas, su paisaje favorito: Las nubes acariciándole las mejillas ¡Que deliciosa sensación! Pero tan pasajera... Enseguida la cabeza empieza a rodar por el tronco, las piernas hasta llegar a su tierra tan deseada.

Es para el narrador de esta historia una curiosidad saber por que esta ha sido titulada: "El gigante que perdía la cabeza pero encontraba las manos"
¿Cómo las vió? ¿En donde estaban?
¿Cómo las encontró? ¿Volvió a tener la cabeza siempre en su sitio a partír de ese momento?

1 comentario:

* dijo...

gracias. es de los mejores regalos de cumpleaños que he recibido en estos 26 años, está en el ranking d elos mejores diez regalos cumpleañeros ritanezcos.... oh si! gracias gracias gracias

eres brillante, en muchos sentidos (original, creativa, intelignete, sensible.... y etc)

abrazo feliz