Si caminaba descalzo
se le iban a entrar las lombrices
a comérsele las plantas de los pies.
Si se ponía unas medias
después de jugar un rato
la mamá lo hacia restregarlas con agua caliente
- y no se va del lavadero hasta que despercudan, sucio.
De chico nunca estrenó:
en su familia el calzado
siempre fue hereditario.
siempre fue hereditario.
Le salieron callos
hongos
mezquinos,
le saldrán juanetes
tendrá un nieto que no quiera cortarle las uñas amarillas y duras.
Cuando ganó dinero
se compró zapatos
se le descosieron
se les gastó la suela solo por un ladito
se aplastaron
se les salieron las agujetas
se les trabaron las cremalleras
se les cayeron los accesorios
puntualmente se le arruinaron.
Con un poquito más de plata
compró zapatos nuevos
pero le salieron ampollas
y le tocó dejárselas crecer
hasta que los pies
se le volvieron
una sola, única
bolsita de agua salada.
Y cuando se le acabó el dinero
(era comer o tener otros zapatos)
un martes a las diez de la mañana
llegó a la reserva
con unas medias color mugre
mojadas de pus, de pecueca
metió las ampollas al río de la plata
2 comentarios:
Es muy buena esa historia! Me acabo de enterar que es pecueca! Jajajaja
Publicar un comentario